La niña y el globo


Tengo ganas de contarte una historia ¿ya?

Había una vez una niña que caminaba sin mucha preocupación por caminos bien cuidados, llenos de flores, con algunas espinas pero no las suficientes, caminos con buen clima y buena vista y se encontraba con personas que siempre le daban una sonrisa en los momentos más precisos.

Un día de esos en medio de su caminata diaria, se encuentra con un niño, ese niño se encargó de hacerle sus días más alegres, de mostrarle la otra cara de las cosas y de hacerle descubrir cosas que ella aún no conocía.

Pasó el tiempo, y en una de sus tantas caminatas el niño empezó a inflar un globo, un globo lindo, colorido, y muy grande, cada día lo inflaba más y más, la niña le hacía barra para que lo siga inflando, ella antes no había visto un globo taannnn lindo, ni tannnnn "grande".

Hasta que ¡por fin! el niño se lo regaló, ella estaba feliz con su globo, lo miraba mucho, lo enseñaba, y lo volvía a mirar, para ella era el globo perfecto, todo liso, sin mancha alguna y bien inflado, muy inflado.

Un "buen" día, el niño llega muy alegre a su encuentro, pero de pronto ¡saca una aguja muy filuda! y tan rápido como un parpadeo pincha el lindo globo. ¿La niña? lo miraba atónita, no podría creer lo que había pasado.

"¡Pero si tu inflaste el globo! ¡Por que lo revientas!" decía entre sollozos, el niño -algo apenado- no sabía cómo explicarlo, tal vez lo explicó pero la niña no puedo entenderlo.

Y acá acaba la historia -me dijo el viejo cuentacuentos- yo lo miré extrañada, ¡quería saber más! "¿Cómo que acabó?" -le dije- y lo llené de preguntas: ¿"Qué paso con la niña y el niño? ¿El niño le infló otro globo?¿Se lo pinchó de nuevo? ¿la niña se fue, huyó?".

El viejo me miró y sonrió, me dio una palmada en mi cabeza y dijo:" No preguntes mucho, niña", cogió su bastón, su abrigo parchado, se paró y se fue, antes de desaparecer por completo, volteó y viendo mi cara de incredulidad enorme me dijo: "No pienso contarte el final, por que aún TÚ no lo has escrito, niña"

Ahora, ¿qué final escribo?

1 comentario:

El Niño dijo...

Algunas veces los globos son nuestras ilusiones, nuestras esperanzas, lo que quisiéramos que pasara, pero la vida tiene una realidad distinta, es esa aguja filuda que duele mucho. Yo creo que si los niños se encontraron en el camino es porque una fuerza sobrenatural así lo quiso. Si el niño le regalo su globo es pq realmente le importaba... sin embargo el niño no es globo, su realidad siempre fue como el quiso que suceda: difícil, extraña, complicada, excéntrica... pero descubrió en la niña que el mundo es bueno, que se puede creer aun, que es posible hacer las cosas bien, porque eso había visto en ella y en su mundo que la rodea.
La Historia no acaba hasta que realmente termina.