Mensajes


Acabo de escribir un mensaje: "Hola, cómo estas. Buen inicio de semana" o algo así.

Lo mandé y a los dos minutos empezó la autoflagelación mental.
- ¿Por qué escribes?
- ¡A mala hora me puse saldo!
- ¿Dónde quedó tu orgullo?
- ¿No entiendes de que NO, es no?
- ¡Qué niña que eres!
- ¡Basta de eso!

Y de ahí vienen los pero...
- Pero si me contesta, será gentil
- Pero si me llama será mejor.
- Pero no tiene nada de malo un mensaje ¿o si?

Y los ojalá
- Ojalá que no me conteste ni me llame, así te podrás desconectar del todo
- Ojalá que me llame, me alegrará el día
- Ojalá si nos comunicamos estaremos bien.

Y de ahí las decisiones
- Ya no más mensajes
- Debes distraer tu mente
- Desconéctate de todo
- Borrón y cuenta nueva, pasa la hoja.

bla, bla, bla, bla...

Y siempre termina con un grito: ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

2 comentarios:

Anthony Mogrovejo dijo...

solo 2 cosas:
1.-mas allá si resulto o no, si realmente la persona vale como persona, nunca esta de más en saber algo de ella, siempre y cuando manteniendo la distancia (obviamente, uno jamás debe pensar si regresarán y esas cosas)
2.-pero si es caso contrario, solo existe una palabra que lo describe: masoquita o en su actualidad conocida como EMO (a).

En fin, esta en c/u de nosotros ser felíz y todo lo demás...

Sls

P.D me sorprendo a mi mismo escribiendo estas cosas, jajaja, pero al final creo que es lo que se debe tener en cuenta siempre

Alfonsina dijo...

Y no creo que exista ese borrón y cuenta nueva, esta situación es algo que se repite una y otra vez hasta que ni siquiera haya mensaje detonante y todo se vuelva totalmente imaginario. Que frustrante!

Saluditos! Al!