Abrazos sinceros


Tengo una crisis de sinceridad, con ganas de decir muchas, muchas cosas.

¡Te quiero mucho! y me dan muchas ganas de verte y abrazarte muy muy fuerte.
Pero ¡no sé! si es una medida desesperada, si esto es un impuso, una reacción ante algo, como una niña ante un regalo brillante, pero no quiero chocarme ante una pared ni tampoco quiero una respuesta por compromiso.

Si quiero dar un abrazo lo daré, pero si no me lo quieres dar, lo comprenderé.

No entiendo porqué cada vez que nos hacemos más viejos somos más racionales pero perdemos la espontaneidad ¿porqué pasa? no hay nada más bonito que decir lo que quieres decir, lo que sale del corazón, sin dejar que esto pase primero por tu cerebro.

Claro, eso lo digo ahora, pero es muy seguro que después haga lo contrario, me esconda y con las justas balbucee algunas palabras por la mitad.

El miedo al rechazo es mayor a los deseos, el ser vista como la pobre chica que mendiga cariño es una de mis principales fobias sociales.

Por eso tengo miedo de hacer o decir cosas cuando estoy en medio de una crisis de sinceridad.

No soy mucho de andar abrazando a la gente, ni diciendo "Te quieros" a diestra y siniestra, pero cuando lo necesito lo digo y lo hago, en estas semanas necesito de un abrazo cálido, de un susurro que me diga que todo irá bien y sentirme bien y protegida con un simple abrazo.

¿Acaso es mucho pedir?

No hay comentarios.: